En búsqueda de la paz es una explosión emocional plasmada en color. Sus tonos intensos el fucsia encendido, el amarillo vibrante, el azul profundo evocan momentos de lucha, preguntas sin respuesta y el ruido constante del alma en movimiento. A través de manchas, líneas y contrastes, la obra nos habla del desorden que antecede a toda transformación, de esos días donde el corazón arde y la mente busca claridad. Es un reflejo de la vida misma: brillante, confusa, hermosa en su imperfección.

Pero entre ese caos cromático, emergen pasajes suaves, transiciones sutiles que invitan a respirar, a detenerse, a mirar hacia adentro. El color se convierte en lenguaje y cada pincelada en un susurro de esperanza. La paz aquí no es un lugar fijo, es un recorrido emocional profundo, donde las heridas se transforman en luz. Esta obra no se contempla desde la razón, sino desde el corazón; es un viaje que toca fibras, despierta memorias y nos recuerda que, incluso en medio de la tormenta, siempre hay un rincón de calma esperándonos.