El azul es un color de la gama de los fríos que representa estabilidad, profundidad, poder. Varia su concepto de acuerdo a las tonalidades, el azul celeste se relaciona con la tranquilidad, la protección, la salud, el entendimiento y la generosidad, es símbolo también de serenidad, calma, paz, orden, amplitud, honestidad y fidelidad.

El azul marino representa inteligencia, sabiduría, entendimiento, trasmite confianza, estabilidad y equilibrio. En mar abierto (aguas profundas) el color dominante es el azul oscuro, ya que allí el volumen de agua es tan enorme que la concentración de elementos contenidos en él es más pequeña que en zonas costeras, donde la coloración pardo-amarillenta y verdosa es más frecuente.

En su interpretación contemporánea, el azul se asocia con el racionalismo, más concretamente, con la ciencia, la tecnología y la innovación.

En mi obra “El azul del sentimiento” representa la inmensidad del mar con variadas tonalidades en una gradación de color desde el azul oscuro hasta la transparencia en el movimiento y ondulación de sus aguas, con un perfil lleno de misterio, poder y una faz siempre cambiante, en conexión con la felicidad y fascinación que domina al ser humano, al tener contacto visual o físico cuando estás dentro o cerca de él.